martes, 29 de octubre de 2013

Portrait



















La soledad es un sentimiento o un estado, que puede ser percibido en distintos grados,
es también una necesidad para conectarse con el mundo interior, 
para sentir el impulso de nuestras búsquedas.
La soledad en un escenario, es como la soledad en la vida.
El intérprete siente la necesidad de desnudarse y contar aquello que le resulta inspirador.
La vocación es un proceso que se construye durante toda la vida,
implica descubrir quién soy, cómo soy y hacia dónde quiero ir.
Es el camino de cada persona.
Uno de los ejercicios más profundos que puede hacer un artista, 
es escrutar el rostro de los sentimientos,
 acariciar sus miedos, abrigar su anatomía
y correr hasta quedarse sin aliento.
Esperar a la intemperie de cada sueño
con el equipaje intacto de vida y de verdad



sábado, 19 de octubre de 2013

Un café para soñar

















La sensación de llegar a una vida y que te sientas como en casa,
que tengas la certeza de haber estado antes, de saber dónde están todas sus cosas,
que quieras quedarte, que puedas sentirte libre, que las palabras no sean obligadas,
que los silencios sean horizontes para llegar con la caricia.
La sensación de llegar a un café y sentirte como en casa,
con fuerzas para crear, para saltar, para mirar o para pensar en nada,
quizá como el hogar que no tienes o que necesitas en un momento dado,
aunque hayas estado un solo día, queda en tu memoria para siempre.
Un lugar muy especial, porque son especiales quiénes lo habitan.
Y donde soñar es posible




viernes, 18 de octubre de 2013

Paisaje












Rastrear el misterio de las emociones,
es algo que me va llevar algún tiempo, 
espero que toda la vida,
aunque algunos momentos, decididamente espaciosos,
no necesiten luz ni taquígrafo, porque fluyen sencillamente.
Los pasos se suceden, llenos de interiores y de luz.
 Las solitarias arquitecturas, dejan su esqueleto al descubierto,
saben que algo mágico está sucediendo
y miran desde el aire la personalidad de la lluvia.
Cada momento es un paisaje de escalofrío
y mirándote un segundo, guardo silencio y creo
mientras me pregunto qué es el paisaje


jueves, 17 de octubre de 2013

Querer es el principio de todo












Algunas tardes existen porque queremos y querer, es el principio de todo.
Si tuviera espacio en mi vida, me quedaría con todas las personas que confían, 
ya sabéis que me gusta la confianza y celebro con todas las fuerzas
cuando conozco a una persona que me dice, ven pasa, esta es mi casa, mi vida,
en ese momento, me recorre un acceso de responsabilidad, para cuidar ese ofrecimiento
y ser digna de esa confianza,
pero no todas las personas valen, es cierto, han de ser especiales,
como si las conociera desde hace siglos,
quizá manchadas de la misma tierra que la de mis manos,
recién llegadas de un camino, en el que tantas veces perdí.
Esta es la historia, de cada una de esas personas,
capaces de llamar una y mil veces a la puerta de la intuición,
inmensas e inseguras, frágiles y decididas.
Personas con las que poder forman un ejército para salvar el mundo.
Con vocación de regalar una tarde especial, con el manantial de su risa


martes, 15 de octubre de 2013

Lunes de otoño








Me dijiste que no tenías miedo a volar y te creí, 
 avanzabas serena, marcando horizontes, manchada de tiza y de pasión.
Me entregaste un pedazo de cielo, lleno de ilusión y juntas recorrimos la tarde,
saltando de sombra en sombra y descubriendo el poder de la confianza,
 acelerando el pulso, poco a poco.
Las puertas se iban abriendo y los ojos miraban encaramados en la vida.
La tarde se hizo oscura y deslizaste armónicamente tu cuerpo,
tratando de salvar la fuente de la vida.
Fuera, la gente corriendo de un lado para otro,
sin ocuparse para nada, en tratar de ser felices.
El vuelo es solamente erguirse y dejarse ir
 por un pasillo larguísimo,
donde aún sobrevive la inocencia
y donde una madre arropa nuestro sueño








viernes, 11 de octubre de 2013

Sueño que habrá un instante


















Si un día, al leer mis palabras, presientes tu nombre en cada renglón, sabrás que no reclamaré ni haciendas ni promesas, que soy así, porque tus manos sostienen, el mismo gesto que te entregué.
Me apartaste de la inseguridad de mi a piel y me diste a cambio, un tímido destello, en unos ojos que no paran de mirar, el vuelo de los ángeles que tropiezo.
Inútil será ya el empeño, de alejarme de la vocación de quererte, ni del mapa con latidos muy claros,
que teje una historia, con cada alma que compone, su propia danza, que habita en mis raíces.
Sé que estoy en el camino que quiero, 
 por eso celebro, cada mañana, que hayas decidido, dejarme retratar con mi miedo, toda la luz que estalla en mi corazón, cuando encuentro una página más, de pensamientos que construyen sin parar.
Esta tarde aprendí un diálogo nuevo, un flujo de sentimientos sosegado, como el mar empuja, unas veces con arrebatos de risa, otras con brillo entre las calles, entre dos tazas de café. Un tiempo feliz.