Ahora que nadie nos escucha

Te voy a contar mi verdad,
ahora que nadie nos escucha,
desde hace muchísimos años, sé lo que tengo que hacer,
pero sentía que no era el momento,
prefería dejar a toda prisa
un puñado de melancolía
y echar a correr al regazo de la intuición.
Sin ninguna duda, por fin,
abrazo lo que más quiero, mis tesoros más hermosos, mi aliento
y esos ojos que esperan
el horizonte de la eternidad.
No quiero que me pidas perdón,
sé que tu amor no me ata,
me llena de armonía cómo sientes
la fragilidad de algunas horas,
cómo deletreas mis vuelos más altos,
cómo me arropas, cuando no encuentro la luz
y la llevo prendida
de la serenidad que tú me regalaste...
La estación de las lluvias,
me ayuda a abrir el alma, el mejor lugar
y a celebrar esos padres que me enseñaron
a mirar a la vida a la cara
y a sentir el orgullo del equipaje
de ese norte de mis orígenes,
el lugar que quiero.
Mi manera de ser.
Y ya sabes amor, que vamos a medias

Para amar hace falta tiempo

Cuando te miro y te veo sin forma,
mi afán es despertarte, agitarte, decirte
que no puedes distraerte
y no caigo en la cuenta,
que olvidas las instrucciones,
el abecedario de tu voz,
cuando la luz no enciende tu mirada.
Manual de auxilios impreciso,
malgasto mi tiempo lamentando tu ausencia
y cuando llegas, disparo en la sien de tu aliento.
Torpeza sin nombre. Amar sin ninguna duda.
¡Me cuesta tantos sueños descifrar
la anatomía de tus silencios!
Te veo en las esquinas de mi vida,
con el abrigo de las prisas siempre,
en otro momento hablamos, me dices.
Y aquí estoy
esperando en el andén más hermoso de mi existencia,
esperando a que pase el amor rozando mi piel,
creo que sólo pasa una vez cada eternidad
y quiero estar concentrada esperándote

El viaje de la edad

Quiero sentir el amar lento donde fermenta el mejor vino,
mirar lejos, tal vez soñar juntos.
Que me enseñes, que hay idiomas distintos en las orillas del alma,
cogernos de la mano del miedo y correr hasta encontrar la luz,
sentir la fuerza de todos los que te quieren
y empujarán ahora, el horizonte difícil de los quehaceres.
Quiero aprender a reconocer la riqueza del suelo,
el clima, la disposición de las viñas,
que me hables sobre la belleza de envejecer,
cómo se potencia el sabor de los años,
sí, quiero marearme lentamente con el color intenso de tu mirada,
con las manos libres para creer en el amor
y en la fuerza de un hombre y una mujer,
que construyen a medias
el viaje de la edad

Gracias

Despierto y abro la ventana,
celebro horas y horas de lluvia,
nadie sabe por qué.
La lluvia me mira a los ojos
como hacías tú, cuando era pequeña,
quiero que vayas directamente a tu corazón,
me decías,
y que busques la verdad sin palabras,
a fin de encontrar tu yo auténtico,
y que lo saques fuera con todo tu poder.
Estás aquí para disfrutar de la vida,
pero si sólo tienes ojos
para ver tu propia historia,
tus propias heridas,
no podrás convertirte
en la que sientes que eres.
Quiero escribirte ahora,
al abrigo del frío de esta lluvia,
que ya sé de qué me hablabas,
las piezas van encontrando su sitio,
el muro de bruma ya me deja ver,
querer, ser al fin
TODAS LAS MAÑANAS DEL MUNDO

Manos de intenciones

Creo que siento cerca
la fragilidad que contienen
tus sueños en construcción,
la piel con la que abrigas
el frío de algunos vuelos.
Y conozco la geografía de tus manos,
esqueleto hermoso de intenciones,
que ensaya un día y otro día,
partituras llenas de emoción
que señalarán, estoy segura,
el Norte de tu Estación

Su nombre anda de puntillas

Le gusta andar descalza
y entrar a la vida sin hacer ruído.
Cada día despliega sobre la cama
los encajes y la voz de su piel
y elige entre sus vestidos,
la fuerza, la melancolía
o el sueño de una olvidada intuición.
De nada sirven sus vuelos
si no lleva entre su equipaje
el billete del amor sin dudas.
Su mirada tiene los colores y las formas
de todas sus intenciones.
Los lunes cierra por descanso.
Me muero por conocerla,
sólo sé que se llama Ana,
quedamos el próximo martes,
para aprender juntas,
el alfabeto de las emociones

Sólo sé que se llama Elena

Todos los días tengo clase particular,
de gestos y de maneras, de instantes de felicidad,
de voluntad y de intención de construir
una alcoba de personalidad y de proyectos.
Aprendo, me divierto y me gusta mucho
su forma de querer.
Se toma en serio la vida,
pero su risa os puedo asegurar,
es un regalo de los dioses.
¿Me dejará el tiempo esconderme entre sus sueños
y llorar como es debido,
la inmensa emoción del momento
del día del estreno
de su vocación por la vida?

Sembradores de vida

Saquémonos de encima esta ropa
que nos cierra
y echemos las carnes a rodar,
que es hora de abrirse
y de gritar que sí vivimos...
(Miguel Rojo)

Ventanas

Porque construimos y levantamos muros
tenemos que inventar las ventanas.
Rectangulares agujeros
marcos cuadrados
por donde asomar los ojos y respirar,
algo más importante que el aire
como es la vida.
(Miguel Rojo)
Un beso por la ventana

Manera de ser

Tienes que conocer a una amiga que se llama Bianca, me dijo mi hija Ana, verás cómo te gusta, su manera de ser, su risa tan fresca y tan viva, el humor y el amor con el que mira la vida. No podía resistirme y una tarde, buscando los últimos rayos de sol, pasamos las tres un tiempo precioso.
Hablamos de la vida, de la soledad, de la ilusión y de muchas cosas más. Recuerdo que estaba un poco mareada y aún así no dosificaba ni su alegría, ni su tiempo con nosotras.
Te queremos Bianca, como si hubiésemos compartido un largo camino.
Como recuerdo del calor de tu alma, quedan tus gestos, tu fuerza y tu alegría. No dejes de cuidarte y no dejes nunca tu manera de ser, ni tu manera de apostar por amar, como si cada día fuera el único que queda por vivir.

Tarea de recrear un rostro

La pasión por retratar el esqueleto del alma de las personas, llegó a mi vida, con intenciones de quedarse. La persona que consiente que la mire la cámara y consiente que le vaya quitando poco a poco, las bufandas del frío, que dé vueltas alrededor de ella, que le hable, que le pregunte, que le afloje los nervios, esa goma que más aprieta la cintura del pudor, esa persona, el temblor de los primeros momentos, el regalo de la confianza, que sucede de cuando en cuando, la entrega sin fin,
esa persona queda ya en mi vida, por los siglos de los siglos.

Una  joven mujer que se hace más y más hermosa, a medida que confía y siente el poder de su mirada, de sus gestos, de su risa fresca, una lección de serenidad y de vida. Gracias por venir una tarde querida Tamara.