Respirando la calma

Y mientras, la vida va pasando...

Preocupada buscando mi mejor lado, complaciendo al mundo, sin escuchar lo que estaba buscando, presa fácil de soluciones mágicas, sin ser capaz de darme cuenta que sólo tenía que mirar hacia el interior, sentir la calma, mirar a la vida a la cara, confiada y con honda gratitud.

Tal vez algunas personas sepan de qué estoy hablando y estén ocupadas en distraer la verdadera vocación de su vida, cerrad ese borrador de intenciones, elegid el camino más difícil, el equipaje más sencillo y la fuerza interior, las ganas de ser, serán suficientes, ya nada ni nadie pondrá  freno a vuestra manera de ser.

Mi horizonte

Me mostraste los caminos más hermosos y señalaste la estación que debía tomar, para encontrar lo que faltaba de mi.

Paciente en esa espera, aprendiste a descifrar las olas de la melancolía y a comprender las prioridades de la emoción.  Me gusta la firmeza con la que amas, la paciencia con la que sueñas y el amor que deletreas con tus caricias. Me gusta el norte que señalas con tus dedos y sí,  me gusta quererte y echarte de menos.

Aprendiendo de las olas

Las olas insistes día tras día para llegar a la orilla, construyen su itinerario cada mañana y se pierden con todos los mapas. Son libres.
Así buscaba la mujer con la mirada perdida, ese norte al que abrigarse, esa identidad perdida, ese amor
que la hiciese digna, estaba equivocada.
Después llegan los años, se sientan a tu lado y te cuentan que nada de lo aprendido estaba bien y es entonces cuando tiene prisa, por llegar a esa verdad que no terminaba de creer.
Ahora en su tiempo.Libre como las olas, caminando hacia ella.

Las amapolas también existen

Recuerdo que siempre que atravieso las carreteras de Castilla busco con la mirada los campos de amapolas y una y otra vez me emociona el escenario y siempre hago lo mismo, entrecierro los ojos y veo la primera línea de amapolas y el resto ya sólo es una mancha de color. Así las quiero ver, por eso sé que alguien me entiende, cuando trato de explicar que las imágenes ya estaban registradas en mi, antes de existir, en este caso, las amapolas

Pasos hacia ti

Siempre atenta para que todos estén contentos, olvidándote de ti, aún a tiempo de llegar,
de aprender los pasos hacia ti, el mejor lugar para quedarte, para componer una melodía sentida,
con tus intenciones, con esos sueños que luchan con la fuerza de cada mañana, por querer salir,
déjalos que pasen, la alcoba de las emociones, está ya preparada. Confía en ti.

La danza más hermosa

La danza más hermosa eres tú, mi musa, la mujer que quise ser, carácter, sentido de la vida trazado cada mañana cuando decides avanzar con toda la fuerza que hay en ti.

La danza más hermosa la aprendí de ti cuando dormías, todo tu cuerpo en tensión, cada músculo tenía su propia melodía, un motivo decidido, para querer saber qué será de ti.

Gestos

A veces camino por la calle, hablándome o hablándote, nadie más tiene que saberlo, sé que estás muy cerca, queriéndome de la forma más hermosa que se puede querer, celebrando cada instante de felicidad que pueda sentir, sintiendo cada instante de dolor, acariciando mi espalda, como tu mirada de cada día, mi norte, la vida que siempre soñé.

Dentro de mi

Palabras desordenadas, sentimientos enfrentados, pasos sin sentido, miedos que guiaban  intenciones, enfadada conmigo casi siempre, insegura, siempre insegura, incapaz de levantar la voz y decir, sí, eso es lo que quiero, esa mujer quiero ser yo, reconocerme, aceptarme, abrirme después a los demás, comenzar por quererme, esa asignatura pendiente. Tuvieron que pasar muchos siglos, ahora la vida ya está marcada, reconociéndome al fin, queriéndome. Dentro de mi.

El ángulo más hermoso

Siempre me encontré como en casa entre las ruinas, imaginando lo que habrá sido de esa casa, de esa intemperie. De pequeña jugaba en estos espacios y hace pocos días encontré un ángulo muy hermoso que me animó a contar los pensamientos que se van tejiendo en el norte de las emociones.

La fuerza del amor

El amor se aprende cuando tú lo decides, cuando tienes la certeza de que quieres asomarte a ese abismo en el que caminas, compartes, quieres, construyes y moldeas las caricias. El amor se aprende cuando compartes la vida y la fuerza viene de tu interior. El amor se aprende aquel día en el que decides no dudar, querer sin más. El amor se aprende cuando crees en ti, cuando somos tú y yo y ya es suficiente, cuando creas sin parar, en cada mirada, en cada paso, en cada latido.
El amor se aprende cuando los dos caminan en el mismo sentido, aunque sean dos direcciones, se aprende tensando ese hilo de unión.
El amor se aprende cuando la distancia no es una liberación, sino un espacio para sentir que tú quieres sentir así, todas las mañanas del mundo.

Acariciando el norte

¿Sabes lo que es sentir que estás perdidas con todos los mapas en tus mano,
que una tarde rompe en mil pedazos la vida en la que crees
y que la piel se queda sin horizonte?
Recuerdo el día en el que me enseñaste a mirar, esa forma de acariciar al mundo,
que sabías necesitaba, de sentir las emociones más profundas, hasta quedar sin respiración,
de luchar por un instante de fuerza para rozar las entrañas de la ilusión.
Te di las gracias muchas veces, me decías que sólo me habías acompañado,
a caminar por el túnel hasta llegar a la luz.
Salvaré del naufragio la memoria, con amarras muy bien torneadas en el amor

Equilibrio inestable

Todas las mañanas del mundo despierto sintiendo que soy quien quiero ser, por eso me falta aire, me faltan pasos, me faltan ojos para atrapar toda la extensión de la mirada. El latido es firme, perdida con todos los mapas, comienzo a ser, a caminar por esa cuerda que me sostiene en ese equilibrio inestable, que arropo cada día, con el firme latido de saber que estoy donde quiero estar, amando firmemente.

Tensión

Esta primera entrada construye los músculos de una mujer que nace con mucha edad, con miedos pero con una concentración en los pasos que quiere dar.