sábado, 29 de junio de 2013

El oficio de construir









Todo lo que estoy construyendo, está dentro de mi, nada me es indiferente, sólo la obligación de poner acento en las cosas sencillas, las que ponen nombre a los años de la niñez a la que siempre esperé, las que ilustran la magia de los momentos corrientes.
Por eso, de cuando en cuando, me gusta habitar la soledad, sentir miedo, sentir frío y abrazarme al ejercicio paciente y sincero de construir lo que no existe.
Construir es mi verbo preferido, creo que ya te has dado cuenta. El arte de levantar estructuras, en base a elementos individuales que se juntan utilizando mortero u otras materias capaces de endurecer, me parece esencial para la vida del hombre.
Llevo muy avanzado, el estudio de los requisitos de una buena construcción, casi un modelo matemático, que explique por qué se terminan las relaciones sentimentales. Algo así como una especie de segunda ley de la termodinámica de las relaciones de pareja, porque todos estamos de acuerdo, que hace falta cierto esfuerzo para mantenerse juntos.
Las relaciones duraderas son aquellas en las que se mantiene el equilibrio, sin descuidar la inercia que hace que uno tienda a relajarse y a esforzarse cada vez menos.
La voluntad de ese entrenamiento personal, esa soledad habitada, nos llevan casi siempre, a un paso querido y compartido. Dicen que no se puede descuidar ni un solo día. Así que nos lo ponen difícil. Mucho ánimo.












lunes, 24 de junio de 2013

Tristeza sin prisa





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Estas líneas son para ti, querida Marga, por compartir conmigo una tarde de domingo triste,
por desnudar tus fuerzas y la hermosísima fragilidad de tu mirada.
Mi regalo, son los instantes que pude ver, unidos por un hilo de tristeza,
Confío en tus pasos tranquilos, en tu camino sostenido por todo el patrimonio de sentimientos,
pero especialmente, por esa fuerza escondida, que guardas en tu alma azul
y ya sabes que yo colecciono almas azules.
Me gustará tanto saber, que este puente por el que caminas, tan cansada,
te llevará a nuevos aposentos de serenidad y de disfrute
y lo que es más importante, te llevará a tu interior, ese espacio en construcción,
desde el que defenderás lo que quieres, con un altísimo precio.
Si tuviera que quedarme con dos gestos tuyos,
uno sería la bendita lágrima  que tratabas de esconder y tu mirada,
sosteniendo la dignidad
y dejando que la tristeza se vaya sin prisa.
Un beso muy confiado









domingo, 23 de junio de 2013

Otras personas
















En la vida hay familia, amigos y esas otras personas. Historias de amor sin ninguna duda.
Vértigo, sensibilidad, flechazo de danza y movimiento, disparo al corazón de los sentidos.
Infinita lealtad a ese ángel que la vida va colocando en lugares intransitables,
en la geografía de una espera, al final de una tarde entre el ritmo de tus pasos.
Sí, soy confiada, expansiva, hinchada de certeza de vivir, orgullosa de haber sabido encontrarte.
No puedo ni quiero vivir, sin las partituras de cada una de esas personas,
sin la alegría de encontrarnos, sin cada nombre en mi memoria
y aunque no sepa dónde guardas tus camisas, o de qué color es tu alcoba, somos cómplices,
de una forma de sentir y de un generoso ofrecimiento, para hacer el salto del camino, un poco más amable.
Nadie me convencerá de lo contrario, la sensibilidad, es una forma de mirar
y sólo habita en los lugares con alma.







viernes, 21 de junio de 2013

Cuando los árboles no te dejan ver





























Cuando me detengo en una persona y me gustan sus maneras,
siempre lo hago desde el corazón.
Mi madre me repetía muchas veces, no dejes de sentir, aunque te duela.
Y así lo hago, todo el día estoy sintiendo.
Comenzar a querer, es como un acceso. Maneras sencillas,
gestos silenciosos, atenta y confiada la mirada.
Justo lo que me contaban los vecinos, cuando iba a la escuela.
Ellos siguen con sus vidas de siempre,
me paro a saludarles y a respirar quién soy,
casi no me recuerdan, pero me abren sus casas.
La hija de Sol, me dicen, tu padre es un gran hombre,
no lo voy a conocer...
y qué dulzura siempre la de tu madre...
Soy feliz, recogiendo esa siembra tan valiosa.

Por eso cuando entre el asfalto de la ciudad,
se evita el saludo, que no se puede rentabilizar,
me dan ganas de ir corriendo, a mancharme las manos,
con la tierra de las suyas y respirar el orgullo
de sentir que es mi Lugar





jueves, 20 de junio de 2013

Dulce tarde





















Un día le pregunté a mi amiga Blanca, si sabía de alguien con quien compartir
mis ganas de poner color a la danza y a las palabras de la emoción,
conozco a la persona, me dijo, se llama Leyre. Un día de brillo en los ojos.
Disfruto ahora estudiando su matemático paso y su cuerpo en vocación,
entrena todos los sentidos.
Es emoción en movimiento. Completamente elástica.
Cisne que jamás descansa.
Algunos días la espero detrás de la lluvia
y viene corriendo a enseñarme sus pasos,
frescos cambios de equilibrio, que me dejan sin respiración.
La verdad es que exprime hasta la última gota de su aliento.
Una tarde quiso caminar de puntas, por un dulce paisaje de la infancia.
Fui feliz en ese viaje,
aprendiendo la geometría de sus ganas de vivir









martes, 18 de junio de 2013

Lo que uno siente













Interpretar es una necesidad, una forma de vivir un poco mejor. Quizá la caricia de un sueño que no logramos alcanzar, pero que al levantarte cada mañana, insiste.
Ejecutar una pieza musical o representar un texto dramático, sí que es interpretar y cuando su precisión alcanza altura y sensibilidad, es un regalo de los dioses.
No todos podemos subir a un escenario a interpretar otras vidas
y elegir con seguridad, la piel en la que más cómodos estamos.
Mientras escribo, un hombre y una mujer, en una esquina de este mundo, se están dejando de amar, o tal vez no se amaron nunca.
El miedo nos hace inventar una fe. Luego van creciendo las razones, que nos atan a unas raíces
y así puede ser toda una vida.
Hay a quienes se le cruza la ilusión de interpretar otras vidas, soltarse las ataduras,
caminar por la cuerda floja, del vértigo de identidades. Este momento, suele coincidir con la mirada de alguien que te dice, que por ti lo dejaría todo. Siempre sucede igual.
Otra vez a interpretar, creerse que es posible la inspiración de una nueva vida
y sostener la mirada de quien eres. La mirada sin amor, claro.
¿Quién salva la memoria de lo vivido, en este escenario de reproches?
No todo el mundo sabe interpretar a Hamlet.
Hace falta valor para representar lo que uno siente