lunes, 27 de mayo de 2013

Baila conmigo





















Tienes razón, sí
es duro confiar en todas las vidas
y encontrar cada día el lugar del sueño.
Serio ejercicio de voluntad,
que me habla y me empuja
hacia mi. Sí, hacia mi.
Aprendo otra vez tu mareo
y quiero volver a bailar contigo.
Cada año me anuncias,
que ya llegaron los vencejos
a tu patio interior,
te haría tan feliz
que quisiera comprobarlo.
Me crees si te digo amor,
si te miro amor.
Te creo si te nombro.
Existes.
Como si tu paso dependiera del mío,
contengo el aliento cuando te siento
y en la oscuridad de tu horizonte,
llego y me ahogo en tu orilla,
ola inmensa de memoria.

Sé que vienes de cuando en cuando
a esta casa que habitamos,
que recorres todos los gestos,
como si vivieras entre ellos,
que me esperas todos los días.
Y por la mirilla, te veo celebrar
el mantel de una mesa para dos
y en la liturgia de la espera
y en los nervios de la espera,
los ojos que no podrás mirar
porque están ya en ti.

Mientras, baila conmigo,
tous les matins du monde
y con el plural de nuestras manos,
iza el allegro appassionato,
debemos vivir este instante




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