martes, 5 de febrero de 2013

Mi padre

Mi padre buscó un futuro mejor para la familia,
un campo más vivo para la siembra
y para ver crecer a sus dos hijos.
Siempre quiso que nos formáramos,
para ser personas dignas,
pero él nos enseñó la mejor lección:
el compromiso de la palabra.
Costaba a veces entender
la seriedad de sus maneras
y quería que viviéramos,
buscando el cielo en cada día,
con vocación y sencillo equipaje,
con la mirada muy limpia
y el sueño muy tranquilo.
Lo recordaré con sus manos manchadas,
de revolver entre la tierra.
Algunos días mi infancia estaba triste,
porque soñaba un padre con corbata,
pero llegué a tiempo de entenderlo todo
y quererle con toda mi alma,
manchada también de tierra.
Esa es la estación de ahora.
Y a él le hace feliz saberlo.













No hay comentarios:

Publicar un comentario